A pesar de que solo estuvimos 24 horas en Nantes, aprovechamos muchísimo el tiempo y probamos bares y restaurantes muy recomendables. Estos son algunos lugares donde comer en Nantes (bien y barato).
Moules frites, cocina internacional, galletes y crepes, un almuerzo con vistas al río Loira o una taza de chocolate caliente en un monumento histórico. Te dejo algunas propuestas de espacios muy singulares donde comer en Nantes.
Dónde comer en Nantes
Es cierto que en Nantes no comimos las típicas galletes ni crepes porque estuvimos una semana por Bretaña y nos hinchamos allí. Pero si te apetece probarlas, en el céntrico barrio de Bouffay tienes muchas creperías a buenos precios, además de bares y restaurantes de todo tipo.
Moulerie Brûle-Doigts, una buena opción donde comer en Nantes
Este restaurante pequeño, acogedor y romántico tiene mucho encanto y además está en la céntrica calle Sainte Croix, en el popular barrio de Bouffay.
Cenamos muy bien con dos platos de mejillones a la marinera con patatas fritas y sidra típica de la zona. Pagamos unos 37 euros por todo. Me gustó mucho la atención y la tranquilidad.
Magmaa Food Hall, otro lugar donde comer en Nantes
Descubrimos este espacio gastronómico gracias a la Pass Nantes porque esta tarjeta turística incluye también algunas consumiciones en bares. Fuimos a tomar café y si hubiéramos pasado a otra hora, me hubiera encantado comer ahí.
La oferta de comida internacional me gustó mucho. Estuvimos un sábado por la mañana y el ambiente era muy familiar. Está muy cerca de la Isla de las Máquinas. Nos gustan mucho estos sitios porque cada uno puede elegir los platos que le apetezcan. Tiene una amplia barra de bebidas en el centro para que pidas lo que quieras.
Le Bistrot du Port (Trentemoult)
Un plan que te recomiendo hacer cuando estés en Nantes, es acercarte a Trentemoult, un pequeño pueblo de pescadores muy cerca de Nantes -al final te dejo un artículo con más información y también en mi perfil de Instagram-. Nosotros comimos en este bar tan molón y nos gustó mucho.
Además de un espacio interior muy colorido y original, tiene una terraza con vistas al río y a Nantes. Pedimos una hamburguesa, un surtido de fritura y un paté de sardinas. Pagamos unos 20 euros por persona y creo que es un precio que está bastante bien por la ubicación, calidad y cantidad.
La Guinguette (Trentemoult)
A solo unos pasos del anterior y al lado de donde sale el navibus para Nantes, este es otro de los establecimientos incluidos en la Pass Nantes para tomar una bebida. Pedimos un café que nos supo a gloria, en la terraza con vistas al río Loira.
Además del exterior, también cuenta con dos amplios salones interiores y carta de comidas. El edificio, de dos plantas, también es muy bonito.
La Cigale
La decoración de estilo modernista de este restaurante de alta cocina es digna de un museo. Un monumento histórico que debes visitar en Nantes, ubicado en la céntrica plaza Graslin.
Nosotros fuimos a tomar un chocolate caliente, también incluido en la Pass Nantes 🙂 y tengo que decir que es el mejor que he probado en mi vida. A lo mejor te toca esperar algo de cola para entrar, sobre todo a la hora de la merienda, pero merece la pena esperar un poco para verlo y sentarte a descansar un poco mientras viajas en el tiempo.
Le Lieu Unique
Este centro cultural está ubicado en la antigua fábrica de galletas LU y además de eventos, exposiciones o conciertos, también cuenta con bar y restaurante.
Nosotros estuvimos en la terraza exterior tomando un muscadet, el vino típico de la zona, que por cierto, te aconsejo probar porque está buenísimo. Me gustó el ambiente y la localización, a orillas del canal de San Félix.
Mercado de Talesanc
Esta es una visita obligada en Nantes para foodies. Uno de los mejores mercados que he conocido en mi vida, repleto de productos de cercanía y de vida. Fuimos un sábado por la mañana y es el lugar más alegre que vimos en la ciudad. También puedes comprar platos preparados y otros productos listos para degustar.
Otros lugares donde comer en Nantes (o tomar algo)
Otros lugares que llamaron mi atención pero en los que no estuvimos por falta de tiempo, fueron unos barcos en el canal de San Félix, frente a la fábrica de galletas, ideales para tomar algo. Y también la calle Maréchal Joffre, con muchos bares y restaurantes con terrazas muy frecuentadas por la gente local el viernes por la noche, cuando pasamos.
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