Dicen que uno siempre vuelve a los lugares donde fue feliz. Es la primera vez que visito Pan y Circo, pero estaba enamorada de No-Lugar y aunque no es exactamente el mismo concepto, sí conserva parte de su esencia.
Cuando supe que Cristina Galeote había abierto Pan y Circo, un nuevo espacio que une gastronomía y arte, lo tenía apuntado en mi lista de sitios pendientes. Hace unos días lo visitamos y disfrutamos mucho de la experiencia.
Pan y Circo abrió en plena pandemia, en la calle Rivero, junto a la céntrica calle Sierpes de Sevilla. Un restaurante y galería de arte de tres plantas, en la que además de poder comprar todas las piezas que están expuestas, puedes degustar cocina mediterránea e internacional.
El local es muy amplio y acogedor, con un ambiente muy agradable. Nosotros nos sentimos como en casa. Los cuadros, los letreros antiguos, las vajillas o los artículos traídos de otros países son algunos de los detalles que lo hacen único. ¡Me encantó!
Comimos en la planta baja, pero desde el primer momento nos invitaron a conocer la galería y pudimos subir a ver los otros pisos. Si vas, te aconsejo que lo hagas, alucinarás con la decoración. El edificio cuenta con ascensor y también acoge comidas de grupo, eventos y todo lo que se te ocurra.
En cuanto a la propuesta gastronómica, en la carta encontrarás cocina mediterránea e internacional. Puedes viajar a India, Colombia, Líbano, Tailandia o Marruecos a través de algunos de sus platos más populares, y esto no me puede gustar más.
Lo que probamos en Pan y Circo
- Langostinos en tempura y panko con mayonesa de soja
- Papas aliñadas horneadas al estilo sanluqueño con huevas de bacalao, cebolla morada salteada y suave alioli casero
- Patacón colombiano, base de plátano macho frito con carne desmechada y guacamole
- Thai de pescado con gambones y leche de coco
Estuve tentada a pedir el Canelón de pera y gorgonzola que tenían en No-Lugar – te lo recomiendo totalmente-, pero me decanté por probar otros platos. Todo me gustó mucho, destacando como imprescindible el Patacón. La tempura de los langostinos perfecta y el thai muy sabroso. Las papas también nos gustaron, con un toque innovador en cuanto a las tradicionales.
De postre, optamos por el helado de avellana italiana, con un riquísimo recuerdo a Kinder Bueno; y mousse de chocolate y vainilla, con un suave y delicado sabor a cacao. De beber, cerveza y Loess, un verdejo que nos aconsejó Vicky, muy acertado. El precio medio ronda los 25/30 euros por persona.
En cuanto al servicio, no pudimos estar mejor atendidos por Vicky, con un trato profesional, amigable y muy cercano. En resumen, estoy deseando volver a Pan y Circo para continuar viajando a través de sus platos y seguir disfrutado de este espacio tan bonito. ¡Pasen y vean!
Pan y Circo
- Calle Rivero, 11 Sevilla
- panycirco.es
Si te gusta la cocina internacional como a mí, también te aconsejo Fatouch, cocina libanesa en el corazón de Sevilla